El pasado lunes 20 de octubre, Calatayud fue escenario de una nueva edición de “Lo que dure un jamón”, el formato de encuentros empresariales impulsado por el Club Cámara de Zaragoza que apuesta por el diálogo abierto, distendido y con sabor local. Esta edición se celebró en el Museo de Calatayud, con la colaboración de Calatayud Empresa y el apoyo del Ayuntamiento de Calatayud.
La temática elegida fue: “El territorio como eje de la estrategia”, un tema que conecta directamente con nuestra realidad comarcal y que generó una conversación tan rica como el jamón que se compartía.
“Lo que dure un jamón”: conversación, territorio y visión empresarial
El evento giró en torno a una conversación entre Antonio Santacruz, socio director de NEXVIUM, y Norrel Robertson, fundador de la bodega El Escocés Volante, uno de los pocos Masters of Wine que viven y trabajan en España.
Norrel compartió su recorrido vital y profesional: desde su Escocia natal, pasando por viñedos de todo el mundo, hasta su decisión de instalarse en Calatayud y apostar por la Garnacha de altura. Su testimonio dejó claro que elegir un territorio no es solo una cuestión de ubicación, sino de identidad, propósito y proyección de futuro.
Minutos de oro con visión local
Tras la conversación inicial, llegó uno de los momentos más interesantes del formato “Lo que dure un jamón”: los llamados “minutos de oro”, en los que empresarios de la comarca tomaron la palabra para compartir su visión.
Participaron representantes de empresas como TAISI, Viveros Verón, Mountain Cherry, MYTA, SM GEODIM y Fundación Rey Ardid. Desde sectores diversos, todos coincidieron en una idea clave: el territorio es un activo estratégico cuando se cuida, se conoce y se conecta con las personas.
Se habló de talento, de innovación, de sostenibilidad y de colaboración. De cómo unir tradición con visión de futuro, y de la importancia de generar espacios como este, donde compartir ideas y experiencias con naturalidad.
Un evento para escuchar, compartir y saborear
“Lo que dure un jamón” no es solo una charla empresarial. Es una experiencia. Es un formato que rompe con lo convencional, que humaniza el diálogo profesional y que permite ver otras caras de los negocios: la cercanía, los valores, el arraigo.
Además del contenido, pudimos disfrutar de un excelente jamón, buen vino y mejor conversación. Como buenos bilbilitanos, cumplimos con el reto del nombre: no quedó ni una loncha.
Un agradecimiento compartido
Desde Calatayud Empresa, agradecemos al Club Cámara de Zaragoza por traer esta iniciativa a nuestra ciudad, al Ayuntamiento de Calatayud por su implicación y escucha activa, y a todas las personas y empresas asistentes por enriquecer el encuentro con su voz.
Eventos como “Lo que dure un jamón” demuestran que el tejido empresarial de la comarca tiene mucho que decir, y muchas ganas de construir juntos una estrategia con el territorio como eje.
“Lo que dure un jamón” fue más que un evento: fue una declaración de intenciones. Reunirnos, escucharnos y poner el foco en lo que nos une como empresarios y como comarca. Seguiremos apostando por encuentros que fortalezcan nuestra red y pongan en valor el talento local.











